lunes, 30 de mayo de 2016

En siete días (Suecia 06)

Cuando solo queda una semana, cuando quedan 7 días para terminar esta experiencia, cuando te das cuenta de lo rápido que ha pasado el tiempo 5 meses depués. Mayo ha sido un gran mes, lleno de experiencias buenas y mejores. Un gran viaje que me dio la oportunidad de pisar lo que todos creemos que es otro contienente, que me dio la oportunidad de ver lo diferente que puede llegar a ser todo, lo divertido pero frustrante que es que nadie te entienda, que tengas que expresarte por el lenguaje universal que es el no verbal, la oportunidad de empezar a cerrar una puerta abriendo ventanas a otro mundo. Y además, la oportunidad de pasar un cumpleaños diferente, rodeada de gente nueva, gente de muchos sitios diferentes, la oportunidad de cumplir años en mitad del Mar Báltico, cuando no sabes ni dónde estás, cuando nadie puede felicitarte porque no tienes wifi, cuando es un cumpleaños que ni siquiera sientes como tal de lo raro y especial que es, cuando cumples 21 pero siempre serás la pequeña de la casa. 

Y mayó siguió, siguió siendo un gran mes por una gran visita, una visita que alegra donde va, una visita que es capaz de que en Suecia salga el sol, una visita que no hace falta que te diga la verdad porque solo con mirarte te das cuenta de que ya la sabes. Que no falten las fotos saltando, las fotos riendo, las fotos despistadas, las fotos espontáneas, que no falten las fotos en general. Que todo vaya seguido de una risa, de una sonrisa, o de un mote horrible que solo suena bien cuando ella lo dice. Una visita que, como todas, se hace corta, pero que deja sentimientos para largo tiempo, porque no importa la distancia cuando el Whats App sirve para comer juntas en Gales. 

Y así acabamos aquí, en el último fin de semana de mayo, en el penúltimo en Suecia. Saliendo de fiesta a las 22.30 de la noche, viendo llorar a tus amigas con alguna copa de más, diciendo adiós día sí y día también, viendo partidos de fútbol con un internet que se corta justo cuando el balón se acerca a la portería, cogiendo el paraguas al salir de casa y volviendo con el abrigo en la mano, conociendo gente de cerca estando lejos, y sobre todo, haciéndote a la idea de que, justo en siete días, estaré empaquetando 5 meses en una maleta de vuelta. 


Cuando vuelves a casa a las 3 de la mañana y no es que esté amaneciendo, 
si no que nunca llegó a anochecer.


miércoles, 4 de mayo de 2016

El tiempo es relativo (Suecia 05)

Un mes, Mayo, eso es lo que me queda para poner fin a esta experiencia. Es increíble cómo pasa el tiempo sin darnos cuenta, es increíble todo lo que pueden cambiar las cosas en tan poco tiempo. Unos días en casa y te sientes rara, te sientes fuera de lugar, caras de sorpresa, caras que dicen ¿qué cojones estás haciendo aquí? Pues ahí estaba de visita en casa, y Suecia me ha recibido con un sol espléndido a mi regreso. Me ecantan las sorpresas, y me cuesta decidir si me gusta más darlas o recibirlas, igual que me cuesta decidir si prefiero leer o escribir, estar delante o detrás de la cámara. Esas son las decisiones difíciles en mi vida, ojalá fueran esas las decisiones difíciles en mi vida. Pero a lo que iba, las sorpresas, no siempre salen bien, no siempre con buenos resultados, pero siempre con buena intención. No me arrepiento ni de un sólo momento en esta sorpresa de 3 días, incluso cuando tuve que pasar la noche en un aeropuerto que no correspondía, incluso ahí saqué algo positivo: el olor a mar. Mi sorpresa fue que mi avión aterrizara en Barcelona en vez de en casa, pero bueno, ahí estaba el mar, dándome una bienvenida a mi home country. Abril quizá no ha sido el mejor mes de mi vida, recuerdo un Abril mucho mejor hace 4 años, pero esto no se ha acabado, me quedan muchísimas aventuras por hacer en el poco tiempo que me queda por estas tierras, y tengo que aprovecharlas. La distancia tiene problemas, bueno no, los problemas los hacemos nosotros, y le echamos la culpa a la distancia, pero sabremos seguir, sabremos disfrutar lo que nos queda, porque parece que se acaba, y parece que estos meses fuera de casa, que parecían muchos, se están haciendo pocos. Qué relativo es el tiempo, qué cortas se pueden hacer dos semanas de Marzo y qué largas se pueden hacer dos semanas de Abril.

martes, 3 de mayo de 2016

¿Me perdonas, te perdono, y sonreímos?

Llega un momento en el que las cosas que hiciste creyendo que eran lo mejor te explotan en la cara y entonces te das cuenta de que lo hiciste mal, otra vez. Hemos hecho cosas mal, todos, tú y yo, yo y tú. Hay cosas que hemos hecho mal que nos impiden seguir adelante, pero aunque parezca que adelante es una sola dirección, adelante tiene muchas opciones en verdad. Sobre todo si le añades tiempo, si le añades respeto, si le añades cariño, si le añades amor. Adelante tiene muchos caminos alternativos que no terminan en el mismo sitio, o sí, eso depende de si crees en el destino, aunque algo me dice que tú haces tu destino y no crees que ya viene escrito. Sea como fuere, he hecho cosas mal, y hoy estoy pidiendo perdón. Hoy también te perdono por las que tú has hecho. Hoy quiero que el tiempo cure nuestras heridas, pero sin echarles sal, sin que escuezan, quiero que las cure con nuestra ayuda, con todo el tiempo que nos hemos querido y que siempre nos querremos. Hoy quiero ir adelante en todas direcciones y solo saber el destino cuando haya llegado a él, no quiero una meta, no quiero un objetivo, solo quiero el camino que voy a tomar ahora. Y quiero que tú también cojas tu camino, el que quieras, quizá se cruce con el mío, quizá no, pero estoy segura que haremos que se encuentren tarde o temprano, de alguna manera, quizá no de la que esperas, quizá no de la que yo espero, pero se encontrarán. Quizá nuestros caminos solo vayan a cenar dentro de 5 años y se vuelvan a separar, o quizá no les guste el menú y ni siquiera aparezcan. Quizá alguno de nosotros se desvíe por el camino, quizá encuentre un atajo y llegue antes o quizá algo nos retrase. No me importa, no quiero saberlo, no quiero decidirlo, solo quiero ahora. Quiero que ahora nos digamos todo, no quiero aparecer en un vídeo del Hormiguero sobre experimentos sociales, no quiero quedarme con cosas que nunca te dije. Quiero todo. Lo sé, tú también tienes que quererlo, por eso el tiempo nos ayuda, quizá yo lo quiera ahora, quizá tú mas tarde, o quizá sea al revés, pero lo quiero, me quiero y te quiero.

Por eso, por nuestros caminos, por todo lo que hemos hecho mal pero sobre todo por todo lo que hemos hecho bien, ¿Qué me dices? ¿Me perdonas, te perdono y sonreímos?