sábado, 23 de noviembre de 2013

Ya estás preciosa

   Sábado por la noche. Le vas a ver. Te apetece que te vea especial. Te apetece que sus primeras palabras sean qué guapa estás. Te cepillas el pelo. Hoy vamos a alisarlo, así te verá diferente. Te pintas los ojos: la raya, un poco de rímel y algo de sombra, pero no demasiada, no le gustan las chicas muy maquilladas. Mierda, un grano adolescente, intentas taparlo con algo de maquillaje, pero en realidad no te gusta echarte este maquillaje, y seguro que a él tampoco, te lo quitas. Sí, se ve el granito, lo siento, tienes 18 años y estas cosas pasan. Continuas la labor de belleza. Toca vestirse: medias negras con lunares, jersey con cuello de pico color marrón clarito, es nuevo, aunque probablemente no se dé cuenta, no importa, sigues con una falda vaquera de volantes, muy mona, tu favorita, y a él le gustan las faldas. Y lo último, con lo que sabes que acertarás: unas botas altas negras de cuero y con un poco de tacón. Un bolsito pequeño a conjunto con las botas en el que no cabe más que el móvil, la cartera y las llaves, suficiente. El pelo liso cae sobre tus hombros y demasiado pegado a la cara, no te gusta llevar el pelo en la cara, esta diadema negra con un pequeño lazo es perfecta. Por último, el abrigo, estamos en Noviembre, hay que abrigarse. Uno azul marino que te parece de vestir. 

   Ya estás preciosa, y perfecta para causar impresión, Incluso estás nerviosa, aunque solo hace una semana que no lo ves. Un WhatsApp, un mensaje suyo que te avisa de que viene, sales a la puerta de tu casa, y en menos de 2 minutos estás montada en su coche, a su lado, recibiendo un pequeño beso en los labios.

martes, 19 de noviembre de 2013

Dos minutos

Dos minutos, dos minutos tienes de libertad entre una asignatura y otra. Dos minutos antes de irte a dar clase, a recibirla o a ambas. Dos minutos para pensar en nada mientras se pone el semáforo en verde. Dos minutos relajándote para volver a la batalla. Dosminutos que aprovechas para escribir cuatro palabras sueltas. Dos minutos y.. el tiempo se ha acabado.

Somos jóvenes, podemos conseguir esto y más, si otros han podido nosotros también, yo también. 

Es ahora o nunca.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Palabras

   Hace mucho que no escribes. ¿Por qué? ¿Es falta de inspiración? ¿Es falta de tiempo? No lo sé, quizá un poco de todo, pero cuando las palabras quieren salir no hay manera de detenerlas, ni el tiempo ni la falta de inspiración, llegan y dicen aquí estamos, queremos plasmarnos en este papel, en esta pantalla, queremos salir de aquí y formar todas una historia, un pensamiento. No hay manera de hacer que las palabras no salgan, al igual que las ideas, puedes mantenerlas un tiempo quizá, pero no siempre, porque llegará un día en un momento determinado, quizá cuando menos te lo esperes, que salgan de tu boca, o a través de tus manos y ya no podrás parar, porque han estado encerradas demasiado tiempo.

    Tienes talento para escribir, yo no soy capaz de expresarme tan bien. ¿Talento? ¿Yo? Pensé que eso no iba conmigo, pensé que no había algo que de verdad podía hacer bien, y, a decir verdad, creo que escribir tampoco, creo que simplemente mis palabras tienen más fuerza fuera que dentro, tienen más poder cuando las veo escritas que cuando están dando vueltas por mi desorganizada mente, puede que piense demasiadas palabras y por eso necesite ordenarlas en un papel, por escrito. Puede que por eso necesite escribir cada cosa que debo hacer, para no olvidarlo, puede que por eso lleve siempre algo donde poder escribir cualquier cosa que me pase por la cabeza.

    Palabras, palabras y más palabras. Quizá demasiadas, quizá no suficientes. Pero si sabes ordenarlas, sabrás qué es lo que sientes.