miércoles, 10 de julio de 2013

Olas perdidas

    ¿Os habéis preguntado alguna vez cuántas olas habrán llegado a la orilla del mar desde que el mundo es mundo? ¿Cuál fue la primera ola? ¿Habrá una última ola? Y si la hay, ¿cómo será? ¿Será acaso especial? ¿Sabremos que es la última? Quizá cada ola que vemos podría ser la última... entonces, ¿por qué nos lo tomamos como si siempre fuera a haber otra ola después? ¿Por qué no aprovechamos cada ola como si fuera la última? ¿Por qué nos limitamos a esperar que llegue otra mejor? ¿Y si no llega?

  Decenas de personas llegan a nuestra vida, cientos de oportunidades, miles de segundos cada día y millones de minutos a lo largo de nuestra vida... todo ello, al igual que las olas, es menospreciado. Esperamos lo siguiente, preferimos coger el siguiente tren, pero ¿qué pasa si no llega otro tren? ¿Qué haremos? No podemos dejar de aprovechar cada oportunidad y cada minuto de nuestra vida como si fuera el último, porque quizá lo sea.


   Por ello, báñate con cada ola que llegue a tu playa y sobre todo, no menosprecies nada de lo que tengas, porque quizás nunca vuelvas a ver la espuma de una ola chocando en tu orilla.