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miércoles, 3 de junio de 2015

Lágrimas

Se puede llorar de muchas formas. Se puede llorar de alegría, de tristeza, se puede incluso llorar de emoción, llorar de alivio o de miedo. Las lágrimas salen de nuestros ojos con una composición distinta cada vez que lloramos. Son lágrimas amargas cuando perdemos a un ser querido, pero son lágrimas acarameladas cuando nos reencontramos con alguien a quien echábamos de menos. Se puede llorar por muchas razones, sin embargo, Lúa ha descubierto una nueva. Hoy lloraba y no sabía por qué, no estaba triste, no lloraba por una muerte, no lloraba de risa ni tampoco estaba asustada. Aún así, las lágrimas resbalaban por sus mejillas. No sabía por qué lloraba, ella estaba contenta, tiene una familia a la que quiere, unas amigas que venera y un novio al que adora. Entonces se ha dado cuenta. Lúa lloraba de amor. Sí. También existen las lágrimas de amor. Su composición es más compleja que ninguna: albergan la posibilidad de perder a alguien, miedo a que algo salga mal; tienen alegría, pero también tienen tristeza. Hoy Lúa se ha dado cuenta, ha descubierto que se puede llorar de amor, y aunque sea llorar, son las lágrimas más dulces que ha probado nunca.



Publicado en TheIdealist  http://www.theidealist.es/lagrimas/


domingo, 26 de octubre de 2014

Una sonrisa vale más que mil palabras

No sé por qué quiero escribir, no sé por qué necesito escribir, a veces parece que escribiendo las cosas se hacen realidad, parece que si plasmas tus deseos en un papel o en la pantalla de un ordenador alguien los va a leer y va hacer que se cumplan. Otras veces no son deseos lo que plasmas, otras veces simplemente no te crees lo que sientes, y parece que si lo escribes se hace realidad, parece que si transformas los sentimientos en palabras es que son verdaderos, es que de verdad los sientes. 

Y es que lo complicado es eso; transformar los sentimientos en palabras. Eso es lo realmente difícil, porque, ¿cómo describo esa sonrisa estúpida que se me dibuja sola en la cara cuando me dices lo guapa que estoy? Cómo ser capaz de expresar con palabras el sentimiento que recorre todo mi cuerpo cuando me susurras al oído, cómo explicar con simples caracteres el vuelco que me da el corazón al saber que son tus brazos los que me rodean la cintura en un abrazo sorpresa. 

Cómo puedo hacer entender que las lágrimas que recorren mis mejillas cuando escribo esto son lágrimas de pura felicidad, cómo puedo yo demostrar que llorar no siempre es malo, que llorar me desahoga, que llorar de amor, de felicidad, es un sentimiento tan placentero como el del beso más deseado. Cómo puedo yo explicarte que mi amor por ti sobrepasa cualquier límite ahora mismo, cómo puedo expresar mi amor con un simple verbo. 

Y es que a lo mejor el problema es que no existen palabras para tales sentimientos, no existe suficiente conocimiento humano para que esta sonrisa y estas lágrimas se conviertan en palabras, porque simplemente una sonrisa vale más que mil palabras.




miércoles, 22 de enero de 2014

Lo tienes todo, y temes quedarte con nada

   Lo tienes todo, eres feliz (para los que creen en la felicidad); tienes buenos amigos, y digo buenos, no muchos; tienes una familia que te apoya y no te falta de nada; estudias lo que te gusta, o al menos lo que te gustará en un futuro, es necesario el sacrificio para alcanzar la meta deseada; incluso tienes amor. Tienes esa persona especial para ti, sin la cual no podrías vivir, a la que quieres con todo tu corazón, y en la que piensas cada día cuando te despiertas y cada día cuando te vas a dormir, es esa persona que llegó un día a tu vida y ya no sabes cómo scarla, pero es que en realidad no quieres sacarla, quieres que se quede a tu lado hasta que te duermas por la noche, quieres que sea la que encienda una vela en tus días oscuros y quieres que sea la que te de la mano cuando tengas miedo de saltar. Es esa persona a la que le debes la mayoría de tus sonrisas, y la culpable de alguna de tus lágrimas, pero no es malo, porque esas lágrimas son parte de vosotros, son parte de lo más importante, y como decíamos antes, es necesario el sacificio. 

   Entonces tienes un día como hoy, en el que ves a esa persona especial y lo único que haces es malgastar el tiempo con ella echándole en cara cosas que no hace, o cosas que dice. Esas cosas de verdad te molestan pero no es el mejor día para decirlas, porque este día estás especialmente "skfdjkveivhjdfj" y si no has podido estudiar en toda la tarde lo último que tienes que hacer es ponerte a decir cosas malas a la persona que quieres, porque entonces todo empeora, y ni siquiera esa persona especial puede consolarte.

   Quizá, si eres de lágrima fácil, cuando esa persona se haya ido y ya nadie más te pueda ver, te pongas a escribir las cosas que sientes, y las lágrimas caigan sobre el teclado de tu ordenador o nublen tu vista en la pantalla. Lo peor de todo es no saber qué ocurre, no saber qué narices pasa por tu interior, tienes tantos sentimiento acumulados que no sabes ni siquiera plasmarlos en palabras, solo tus lágrimas saben lo que es, pero caen antes de poder preguntarles. Sorbes por la nariz, y te restriegas los ojos rojos, si alguien te viera diría que estás realmente triste, pero no lo estás... o sí, lo peor es no saberlo. 

   Lo tienes todo, pero sin embargo no puedes parar de llorar, no sabes qué hacer, no sabes cual es la decisión correcta, y no sabes cuál es el siguient camino que debes tomar, pero quieres que sea a su lado. Te planteas dejarlo todo, pero sabes que no puedes, piensas en dejarlo todo para que esa persona venga a por ti, para saber que te quiere de verdad, entonces te volverías a quedar con él.. pero no puedes hacer eso, porque tienes miedo de que nunca vaya tras de ti, de que no te siga, de que de verdad de repente puedas perderlo todo y quedarte con nada. Y entonces tu mundo se derrumbaría porque eres débil, y no eres nada sin esa persona, te da rabia, pero es verdad, te gustaría pensar que lo superarías, pero de verdad no sabes si lo harías. 

   Simplemente te tumbas en la cama, e intentas no pensar en nada, mientras las lágrimas cesan poco a poco, mañana será otro día, uno mejor sin duda, y vivirás la vida como de verdad se merece, disfrutando de los pequeños momentos, y disfrutando al máximo de aquello que amas... porque sinceramente piensas que el amor es lo que da sentido a la vida.

sábado, 23 de noviembre de 2013

Ya estás preciosa

   Sábado por la noche. Le vas a ver. Te apetece que te vea especial. Te apetece que sus primeras palabras sean qué guapa estás. Te cepillas el pelo. Hoy vamos a alisarlo, así te verá diferente. Te pintas los ojos: la raya, un poco de rímel y algo de sombra, pero no demasiada, no le gustan las chicas muy maquilladas. Mierda, un grano adolescente, intentas taparlo con algo de maquillaje, pero en realidad no te gusta echarte este maquillaje, y seguro que a él tampoco, te lo quitas. Sí, se ve el granito, lo siento, tienes 18 años y estas cosas pasan. Continuas la labor de belleza. Toca vestirse: medias negras con lunares, jersey con cuello de pico color marrón clarito, es nuevo, aunque probablemente no se dé cuenta, no importa, sigues con una falda vaquera de volantes, muy mona, tu favorita, y a él le gustan las faldas. Y lo último, con lo que sabes que acertarás: unas botas altas negras de cuero y con un poco de tacón. Un bolsito pequeño a conjunto con las botas en el que no cabe más que el móvil, la cartera y las llaves, suficiente. El pelo liso cae sobre tus hombros y demasiado pegado a la cara, no te gusta llevar el pelo en la cara, esta diadema negra con un pequeño lazo es perfecta. Por último, el abrigo, estamos en Noviembre, hay que abrigarse. Uno azul marino que te parece de vestir. 

   Ya estás preciosa, y perfecta para causar impresión, Incluso estás nerviosa, aunque solo hace una semana que no lo ves. Un WhatsApp, un mensaje suyo que te avisa de que viene, sales a la puerta de tu casa, y en menos de 2 minutos estás montada en su coche, a su lado, recibiendo un pequeño beso en los labios.