jueves, 7 de julio de 2016

El recuerdo palpable de un momento infinito

Cuando sientes tantas cosas que no sabes cómo escribirlas. Llevo media hora escribiendo 5 líneas y borrándolas después, vuelvo a escribir y vuelvo a borrar, a veces hasta las palabras se quedan cortas. Todo el mundo piensa que los "escritores" (y me permito llamarme así por el mero acto de escribir), siempre plasmamos palabras que sentimos, siempre hablamos de nosotros mismos en nuestros textos.


Pues bien, os revelaré algo: no es así. 

De hecho, ahora que siento tanto, ahora que de verdad quiero expresarme, no puedo, no me sale, no tengo palabras para escribir lo que de verdad quiero, lo que siento, es mucho más difícil escribir tu realidad que una alternativa. Podría contar mi historia poniéndole el nombre de un personaje inexsistente y sería mucho más fácil, sin embargo, no es eso lo que quiero. Hoy venía a escribir sobre mí, sobre todos estos sentimientos que se agolpan en mí, sobre estos años en mis recuerdos que no podría borrar ni aunque quisiera. Creemos que las canciones tristes y los recuerdos metidos en una caja nos solucionan la vida, quizá la faciliten, ni siquiera lo sé. Lo que sé es que aunque las paredes de mi habitación vuelvan a ser lisas sin ningún recuerdo, las paredes de mi memoria seguirán siempre repletas de momentos

Porque una fotografía es solo el recuerdo palpable de un momento infinito en nuestra mente.

Y hoy que venía a expresarme de verdad me voy sin decir nada en concreto, me voy tanto por las ramas que al final me caigo al suelo.

Resultado de imagen de escribir


lunes, 20 de junio de 2016

No sé decir adiós

Un beso y una flor, como dice la canción. A nadie nos gustan las despedidas, y menos cuando no sabemos la próxima vez que veremos a alguien. Aun así, es más fácil cuando es una persona a la que dices adiós, al menos sabes qué decir o qué hacer, un beso y una flor. Pero, ¿cómo te despides de un país? ¿Cómo dices adiós a un lugar tan inmenso que no recibe abrazos? Aún sigo pensando cómo decir adiós, a menos de cinco horas de abandonarlo hasta no sé cuándo, aún sigo pensando cómo decir adiós a Suecia. Cómo acotumbrarme a no ver palabras con tantas consonantes; cómo decir adiós a sus letras con puntitos o con circulitos sobre las vocales; cómo decir adiós a las señales con advertencia de renos; a sus días con lluvia por la mañana y sol por la tarde; a sus noches eternas seguidos de sus días sin noches; a su gente fuera de todo estereotipo; a su WiFi gratis en todas partes; a su naturaleza; cómo decir adiós a pasear por un lago helado; a sus hogueras o a sus ruidos en la noche; cómo decir adiós a ver el sol a las 3 de la mañana o desearlo más que a nada a las 3 de la tarde; cómo decir adiós a un país que me ha dado 5 meses de la mejor experiencia de mi vida.

Como muchas otras cosas que tampoco sé hacer, no sé decir adiós, no sé despedirme de un país, no encuentro más solución que, como siempre, plasmarlo en palabras, palabras desordenadas como sentimientos desordenados, como pensamientos descolocados. Así que así me voy a despedir, sin decir adiós, sin promesas de volveré, sin lágrimas, sin abrazos a la nada, sino con palabras. Con palabras de recuerdos, de pensamientos, de cosas que espero no olvidar nunca.

Gracias Suecia, por no dejarte abrazar, sino por abrazarme cada día con cada brisa mañanera.


miércoles, 8 de junio de 2016

Hej då (Suecia 07)

Hoy sí. Hoy se ha acabado una gran experiencia, de momento la más enriquecedora de mi vida. Mi habitación al dejarla se ha quedado bastante vacía, bastante triste y blanca, apática; y no quería que mi adiós fuera con una foto triste y vacía, me despido de mi "casa" con las vistas que he tenido durante 5 meses: mi querido Tybble. Lo he visto pasar por todo tipo de cambios climáticos y siempre ha estado ahí recibiédome con una habitación calentita y buenas vistas desde mi ventana. Son tantos meses, son tantas cosas que han ocurrido, buenas y malas; felices y tristes; cerca y lejos; tantas cosas y tantas personas que no caben en unas palabras. No hay mucho más que decir que no haya dicho ya, simplemente sé que Örebro tendrá para siempre un castillo en mis recuerdos. 
//
Today. Today, a great experience has come to an end, the most rewarding experience in my life. When I left my room it was empty, pretty sad and white, basically apathetic; and I did not want my goodbye to be a sad and empty picture, I say goodbye to my "home" with the views I have had during the past 5 months: my dear Tybble. I have seen it going through all different kind of weather changes but it has always been there for me, waiting with a warm room and good views from my window. So many months, so many things that have happened: good and bad; happy and sad; near and far; so many things and so many people that they don't fit in some words. There is nothing else to say that I haven't already said, I just know that Örebro will always have a castle in my memories.


lunes, 30 de mayo de 2016

En siete días (Suecia 06)

Cuando solo queda una semana, cuando quedan 7 días para terminar esta experiencia, cuando te das cuenta de lo rápido que ha pasado el tiempo 5 meses depués. Mayo ha sido un gran mes, lleno de experiencias buenas y mejores. Un gran viaje que me dio la oportunidad de pisar lo que todos creemos que es otro contienente, que me dio la oportunidad de ver lo diferente que puede llegar a ser todo, lo divertido pero frustrante que es que nadie te entienda, que tengas que expresarte por el lenguaje universal que es el no verbal, la oportunidad de empezar a cerrar una puerta abriendo ventanas a otro mundo. Y además, la oportunidad de pasar un cumpleaños diferente, rodeada de gente nueva, gente de muchos sitios diferentes, la oportunidad de cumplir años en mitad del Mar Báltico, cuando no sabes ni dónde estás, cuando nadie puede felicitarte porque no tienes wifi, cuando es un cumpleaños que ni siquiera sientes como tal de lo raro y especial que es, cuando cumples 21 pero siempre serás la pequeña de la casa. 

Y mayó siguió, siguió siendo un gran mes por una gran visita, una visita que alegra donde va, una visita que es capaz de que en Suecia salga el sol, una visita que no hace falta que te diga la verdad porque solo con mirarte te das cuenta de que ya la sabes. Que no falten las fotos saltando, las fotos riendo, las fotos despistadas, las fotos espontáneas, que no falten las fotos en general. Que todo vaya seguido de una risa, de una sonrisa, o de un mote horrible que solo suena bien cuando ella lo dice. Una visita que, como todas, se hace corta, pero que deja sentimientos para largo tiempo, porque no importa la distancia cuando el Whats App sirve para comer juntas en Gales. 

Y así acabamos aquí, en el último fin de semana de mayo, en el penúltimo en Suecia. Saliendo de fiesta a las 22.30 de la noche, viendo llorar a tus amigas con alguna copa de más, diciendo adiós día sí y día también, viendo partidos de fútbol con un internet que se corta justo cuando el balón se acerca a la portería, cogiendo el paraguas al salir de casa y volviendo con el abrigo en la mano, conociendo gente de cerca estando lejos, y sobre todo, haciéndote a la idea de que, justo en siete días, estaré empaquetando 5 meses en una maleta de vuelta. 


Cuando vuelves a casa a las 3 de la mañana y no es que esté amaneciendo, 
si no que nunca llegó a anochecer.


miércoles, 4 de mayo de 2016

El tiempo es relativo (Suecia 05)

Un mes, Mayo, eso es lo que me queda para poner fin a esta experiencia. Es increíble cómo pasa el tiempo sin darnos cuenta, es increíble todo lo que pueden cambiar las cosas en tan poco tiempo. Unos días en casa y te sientes rara, te sientes fuera de lugar, caras de sorpresa, caras que dicen ¿qué cojones estás haciendo aquí? Pues ahí estaba de visita en casa, y Suecia me ha recibido con un sol espléndido a mi regreso. Me ecantan las sorpresas, y me cuesta decidir si me gusta más darlas o recibirlas, igual que me cuesta decidir si prefiero leer o escribir, estar delante o detrás de la cámara. Esas son las decisiones difíciles en mi vida, ojalá fueran esas las decisiones difíciles en mi vida. Pero a lo que iba, las sorpresas, no siempre salen bien, no siempre con buenos resultados, pero siempre con buena intención. No me arrepiento ni de un sólo momento en esta sorpresa de 3 días, incluso cuando tuve que pasar la noche en un aeropuerto que no correspondía, incluso ahí saqué algo positivo: el olor a mar. Mi sorpresa fue que mi avión aterrizara en Barcelona en vez de en casa, pero bueno, ahí estaba el mar, dándome una bienvenida a mi home country. Abril quizá no ha sido el mejor mes de mi vida, recuerdo un Abril mucho mejor hace 4 años, pero esto no se ha acabado, me quedan muchísimas aventuras por hacer en el poco tiempo que me queda por estas tierras, y tengo que aprovecharlas. La distancia tiene problemas, bueno no, los problemas los hacemos nosotros, y le echamos la culpa a la distancia, pero sabremos seguir, sabremos disfrutar lo que nos queda, porque parece que se acaba, y parece que estos meses fuera de casa, que parecían muchos, se están haciendo pocos. Qué relativo es el tiempo, qué cortas se pueden hacer dos semanas de Marzo y qué largas se pueden hacer dos semanas de Abril.

martes, 3 de mayo de 2016

¿Me perdonas, te perdono, y sonreímos?

Llega un momento en el que las cosas que hiciste creyendo que eran lo mejor te explotan en la cara y entonces te das cuenta de que lo hiciste mal, otra vez. Hemos hecho cosas mal, todos, tú y yo, yo y tú. Hay cosas que hemos hecho mal que nos impiden seguir adelante, pero aunque parezca que adelante es una sola dirección, adelante tiene muchas opciones en verdad. Sobre todo si le añades tiempo, si le añades respeto, si le añades cariño, si le añades amor. Adelante tiene muchos caminos alternativos que no terminan en el mismo sitio, o sí, eso depende de si crees en el destino, aunque algo me dice que tú haces tu destino y no crees que ya viene escrito. Sea como fuere, he hecho cosas mal, y hoy estoy pidiendo perdón. Hoy también te perdono por las que tú has hecho. Hoy quiero que el tiempo cure nuestras heridas, pero sin echarles sal, sin que escuezan, quiero que las cure con nuestra ayuda, con todo el tiempo que nos hemos querido y que siempre nos querremos. Hoy quiero ir adelante en todas direcciones y solo saber el destino cuando haya llegado a él, no quiero una meta, no quiero un objetivo, solo quiero el camino que voy a tomar ahora. Y quiero que tú también cojas tu camino, el que quieras, quizá se cruce con el mío, quizá no, pero estoy segura que haremos que se encuentren tarde o temprano, de alguna manera, quizá no de la que esperas, quizá no de la que yo espero, pero se encontrarán. Quizá nuestros caminos solo vayan a cenar dentro de 5 años y se vuelvan a separar, o quizá no les guste el menú y ni siquiera aparezcan. Quizá alguno de nosotros se desvíe por el camino, quizá encuentre un atajo y llegue antes o quizá algo nos retrase. No me importa, no quiero saberlo, no quiero decidirlo, solo quiero ahora. Quiero que ahora nos digamos todo, no quiero aparecer en un vídeo del Hormiguero sobre experimentos sociales, no quiero quedarme con cosas que nunca te dije. Quiero todo. Lo sé, tú también tienes que quererlo, por eso el tiempo nos ayuda, quizá yo lo quiera ahora, quizá tú mas tarde, o quizá sea al revés, pero lo quiero, me quiero y te quiero.

Por eso, por nuestros caminos, por todo lo que hemos hecho mal pero sobre todo por todo lo que hemos hecho bien, ¿Qué me dices? ¿Me perdonas, te perdono y sonreímos?