Actualmente
tenemos un sistema educativo creado en la revolución industrial, un sistema que
se creó para educar a los niños de manera que cuando salieran de la escuela
estuvieran perfectamente preparados para trabajar en una fábrica haciendo lo
mismo tareas repetitivas e iguales todo el rato. Se les enseñaba de memoria
repitiendo una y otra vez la lección como nos aprendemos todos las tablas de
multiplicar, pero eso no es aprender, hemos aprendido las tablas de multiplicar
cuando 50 años después todavía nos las sabemos. Hoy en día tenemos el mismo
sistema pero todo lo demás ha cambiado, el mundo y las necesidades para con
este son diferentes a las de entonces. ¿Cuántos alumnos recordarán dentro de 50
años algo que hayan aprendido en la escuela el día de hoy?
La educación tiene tres objetivos: uno es económico, pues necesitamos formarnos para luego trabajar y ganar dinero; otro es cultural, ya que la educación ayuda nos ayuda a las personas a comprender el mundo que nos rodea; y el último es personal, se espera de la educación que nos ayude a conocernos a nosotros mismos y encontrar nuestros talentos y habilidades. Estos objetivos son y serán los mismos siempre pero no deben abarcarse igual que hace cincuenta años. Cuando dejemos de estudiar para ponernos trabajar, nuestras necesidades habrán cambiado, necesitaremos aprender cosas distintas, incluso habrá otras necesidades que nunca antes habían existido. Culturalmente también es diferente puesto que el mundo que ahora nos rodea es distinto al de hace cincuenta años. Y en el aspecto personal, simplemente no se cumple porque la educación actual no nos invita a ser creativos ni a buscar qué nos apasiona y qué se nos da bien.
Desgraciadamente, la creatividad no es considerada importante en la educación de niños o adolescentes. Sin embargo, esta debería ser la asignatura más fundamental. Se ha creado una jerarquía en la que el más inteligente es el que más sabe de matemáticas o de química. Todos conocemos el tópico por el que se nos considera más “tontos” a los estudiantes de humanidades, simplemente porque nos gustan más las letras que los números. ¿Cómo se mide hoy en día la inteligencia? Con los test de inteligencia que te dan un CI. Casualmente cuanto más sepas de números o lógica más alto será ese coeficiente intelectual y más inteligente serás. Sin embargo, la teoría de las inteligencias múltiples diferencia entre 8 inteligencias diferentes y estos test solo miden cuatro capacidades del conocimiento: memoria a corto plazo, razonamiento abstracto-visual, razonamiento numérico y capacidad verbal, y no miden la creatividad, la intuición ni muchos otros aspectos de la inteligencia. Las artes han sido muy infravaloradas.
La sociedad educativa está obsesionada con los resultados, no importa cuál sea el método de aprendizaje si el resultado es bueno. Pero actualmente los alumnos no aprendemos, tan solo soltamos en el examen lo que estudiamos de memoria sin el más mínimo interés, y lo olvidamos al salir por la puerta de clase. No nos motiva ir al colegio ni leer un libro de texto. Los estudiantes, y cualquier persona a lo largo de toda su vida, deberíamos estar siempre dispuestos a aprender, deberíamos querer descubrir, crear, inventar e imaginar, pero no lo hacemos. Desde que somos pequeños nos bombardean con tareas y notas matando nuestra capacidad de crear y llevándonos a odiar el colegio. Mientras que este debería parecernos el mejor lugar posible, puesto que en él se llevan a cabo las dos cosas más bonitas en esta vida: enseñar y aprender.
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